Por el puente de Aranda se tiró, se tiró, se tiró el tío Juanillo, pero no se mató, pero no se mató... ¿Quién no ha tarareado este estribillo que lleva tantas décadas escuchándose en el folclore castellano, recogido en su día por el maestro Marazuela y sacado a la luz por “Nuevo mester de juglaría”? Algunas voces pretenden legitimar el puente a su ciudad; así, Segovia atribuye para sí el susodicho puente del romance y no el de los desesperados de Aranda de Duero.
Entonces... ¿y el tío Juanillo? Según cuenta la tradición de San Martín de Rubiales, en 1872 nace, con muy poca estatura, Juan de la Horra Esteban, por lo que recibe el apodo de “Juanillo”, traba que le condicionará su infancia y más aún sus años de mozo y quinto, relegado a ser un cuitado de por vida. Consciente de su desgracia, decide acabar para siempre con su infortunio quitándose la vida y opta por tirarse al Duero, a su paso por San Martín. Pero no es fácil. Él es hombre cabal y no quiere causar trastornos ni a familiares ni a autoridades del pueblo; algunos también creen que optó por suicidarse a lo grande y decidió tirarse por un puente de más envergadura. De mañana, parte en el correo que le lleva a Aranda, donde cumplirá su propósito... Según nos relata un vecino, debió caer entre una zona de follaje y fango, quedando desorientado por el impacto. Los que le ayudaron le oyeron decir: “Y ahora, ¿por donde salgo...?”
Es absurdo hacer patria por una cantinela que se viene tarareando desde hace tantísimo tiempo en Castilla: en bodas, romerías... la copla del tío Juanillo es una leyenda que acaeció en un pueblo de la Ribera, y fue contada por ciegos en ferias y fiestas patronales de pueblo en pueblo.
(Diario de Burgos 26/02/2010)
Entonces... ¿y el tío Juanillo? Según cuenta la tradición de San Martín de Rubiales, en 1872 nace, con muy poca estatura, Juan de la Horra Esteban, por lo que recibe el apodo de “Juanillo”, traba que le condicionará su infancia y más aún sus años de mozo y quinto, relegado a ser un cuitado de por vida. Consciente de su desgracia, decide acabar para siempre con su infortunio quitándose la vida y opta por tirarse al Duero, a su paso por San Martín. Pero no es fácil. Él es hombre cabal y no quiere causar trastornos ni a familiares ni a autoridades del pueblo; algunos también creen que optó por suicidarse a lo grande y decidió tirarse por un puente de más envergadura. De mañana, parte en el correo que le lleva a Aranda, donde cumplirá su propósito... Según nos relata un vecino, debió caer entre una zona de follaje y fango, quedando desorientado por el impacto. Los que le ayudaron le oyeron decir: “Y ahora, ¿por donde salgo...?”
Es absurdo hacer patria por una cantinela que se viene tarareando desde hace tantísimo tiempo en Castilla: en bodas, romerías... la copla del tío Juanillo es una leyenda que acaeció en un pueblo de la Ribera, y fue contada por ciegos en ferias y fiestas patronales de pueblo en pueblo.
(Diario de Burgos 26/02/2010)
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