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sábado, 8 de noviembre de 2008

DE FORTALEZA A CAMPANARIO (Histórico-Popular) (08/10/2008)



En el curso de verano celebrado en Aranda de Duero sobre la historia, arte y patrimonio en la Edad Media a las orillas del Duero Oriental, el profesor Ignacio Sánchez en su ponencia, hacía clara alusión a los grandes olvidados: las torres y los campanarios. Es respetable naturalmente, su criterio sobre esos exponentes más llamativos de torres campanarios de los que él toma como referentes, teniendo en cuenta su antigüedad, la conservación, su belleza... pero también en nuestra modesta opinión tienen cabida algunas otras torres medievales de otros pueblos ribereños que obviamente, cumplen estos requisitos en los que se ajusta el profesor, son más llamativas e incluso, añaden algún que otro elemento..., como apunte por el interés arquitectónico que merecen, más que por la demanda en sí, creemos que no deben permanecer en el ostracismo y, hacemos una invitación a visitar alguna de estas joyas medievales.
Uno de estos ejemplos a los que estamos haciendo alusión, es la torre campanario de la iglesia de San Esteban Protomártir de Tórtoles de Esgueva. A nuestro entender, sería una verdadera pena o una negligencia no aportar como claro exponente este monumento ya que su categoría le avala, tanto por su conservación, como por su impronta arquitectónica, incluso como materia de estudio...
Por su condición fue elegida junto a otros dieciocho templos de la provincia, por un convenio de colaboración que han mantenido la diócesis y el Patronato de Turismo de Burgos para darles apertura al turismo este verano.
Desafiante, aparece imponente en la plaza, dominando con sus tres cuerpos escalonados y delimitados por una cornisa perimetral, erigiendose hacia el cielo dominando la ciudadela con una robusta solidez, manteniendo una espléndida sillería en todo el conjunto de su fábrica. Entre el primer y segundo cuerpo se alza una escalera adosada al lateral semicilíndrica de caracol con dos aspilleras, rematada en sombrerete y cornisa de sillería.
En el tercer cuerpo, aparecen las dos campanas mayores, con sus contrapesos de madera mutilados, donde antaño se tocaba a nublo, y los dos campanillos. Cuenta algún veterano como ellos habían oído a sus mayores que se tocaban las campanas para auyentar las malas nubes cuando amenazaban con pedriscos las cosechas.
Este último cuerpo terminado en almenas y matacanes intactos, nos revela el carácter defensivo de esta torre fortaleza que perteneció a los descendientes de los Lara, señores de la villa. Don Ermillo Meléndez, padre de la fundadora del monasterio de San Benito y poseedor de ella ya a mediados del siglo XII.
En el siglo XV con el gótico, se adosaba a ella los pies de la nave central de la nueva iglesia, transformandose sensiblemente la antígua iglesia románica. Indultada la torre fortaleza, resignada va a desempeñar las misiones de campanario ajena a sus misiones defensivas, 

                                                       Diario de Burgos 

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