Por mucho que se obstinen algunos en
encuadrar a nuestra nación en el grupo de la élite vanguardista
europea, con lo que ello lleva implícito en todos sus estamentos, se
equivocan. Este país está hecho de una casta peculiar, donde
todavía seguimos anquilosados en la lacra del miedo y la
subordinación de otros tiempos, complejos de clasismo y dependencia
que jamás se alejan de nosotros. Nunca se ha llegado a los baremos
de libertad real y progreso que exige una verdadera Democracia, por
lo que jamás seremos capaces de desprendernos de nuestra mentalidad
rancia y podrida.
Ya desde antaño nuestros vecinos
europeos empezaron a sentirse libres defendiendo su dignidad por
encima de todo, luchando y aboliendo tiranías, acicate por el que
nosotros torpemente nunca supimos o no quisimos establecer en
nuestra atrasada patria, estábamos acostumbrados y en cierta manera
acomodados a ser súbditos antes que ciudadanos... Ellos nunca han
estado huérfanos del Papá Estado como nosotros, sus gobiernos saben
bien apoyarlos y protegerlos, dotándoles de verdaderos proyectos
educativos, laborales, docentes..., programas que favorecen el
bienestar de las familias y, por supuesto, a sus economías.

Es hora de despertar, de liberarnos, de rechazar dioses de barro, reprobando con firmeza sus vicios y corrupciones que con tanta impunidad campean en nuestro panorama nacional. Ya va siendo hora que de una vez por todas se hagan las cosas bien hechas, caiga quien tenga que caer... Habrá que modificar las leyes necesarias y derogar los privilegios que se regalan a las familias de sangre azul, gobernantes y a los poderes fácticos. Sólo de esta manera, podremos equipararnos de igual a igual a nuestros socios europeos, no como subordinados...
Diario de Burgos 28-04-2012
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