EL BÁLSAMO DE LA ROJA (Socio-Cultural) 03-07-2012

 Terminada ya la resaca emocional, al empacho de celebraciones y homenajes de nuestra selección, empezamos a digerir o mejor dicho, a asimilar, el impactante shock socio-deportivo de tantas sensaciones acumuladas y vividas durante esas semanas de competición. La continuidad o la cercanía del período vacacional de la mayoría, nos ha permitido seguir relajados y por lo tanto no desconectarnos del todo de ese flujo de pasiones tan gratas y espontáneas de las que estábamos huérfanos y que tanta falta nos hacían... tal vez no queríamos desconectarnos... Verdaderamente la vivencia es rara, inusitada, contagiosa e inexplicable a los ojos de los más escépticos; el país está contagiado de la misma pasión, imbuido por unos colores que hasta hora son espurios, y son los que hay, y los que las nuevas generaciones únicamente conocen. No hay imperativos ni presiones, los españoles por fin gritamos al unísono la misma nota: el lolololo del himno nacional y agitamos la misma bandera: la española, porque es la que hay... salimos a la calle libres y sin prejuicios para exteriorizar nuestra emoción, algo ha cambiado... En el transcurso de mi periplo vacacional por distintas regiones de nuestra geografía, me llama la atención la cantidad de banderas españolas que ondean en ventanas y tejados, cómo las playas se tiñen de rojo por la cantidad de toallas, camisetas y bañadores que los jóvenes lucen con orgullo, simbolizando otra manera de sentirse español...

                                                Diario de Burgos 03-07-2012