Crisis financiera, hipotecas suprime, crisis del sector inmobiliario, recesión económica..., sucesos con los que nos bombardean a diario los medios, y que aparentemente todo nos parece tan insólito, tan lejano, que a duras penas podemos explicarnos cómo se ha podido llegar a esta incertidumbre, a esta privación, al freno del bienestar y del primer mundo, a la vuelta del rico cada vez más rico, y el pobre cada vez más pobre... ¿Quienes han sido los culpables? ¿Dónde está el inflexible brazo largo de la ley para que caiga sobre ellos con mano certera e implacable y no puedan campear por ahí sueltos a su antojo...?
Y, qué podemos atribuir o mejor dicho, qué responsabilidad tienen nuestros ínclitos y bien remunerados
políticos, asesores, banqueros, constructores, industriales, todos dueños de nuestras ilusiones y esperanzas, de
ventajistas sin escrúpulos con nuestras lánguidas y condicionadas economías, bajo sus amañados discursos envolventes..., promotores y alentadores de nuestro ingenuo y desmedido consumismo; ahora malogrado, frustrando nuestros sueños..., torpes nigromantes que jamás fueron capaces de alcanzar el tan recurrido y proclamado reto del desempleo cero, ni siquiera en el momento más álgido de nuestra economía.
Ya que consideramos que el sistema ha fallado, urgen medidas y soluciones de calado, requerimos
compromisos y resultados tangibles que nos satisfagan de este fiasco que, tan inexorablemente, nos
está llevando al desastre..., no nos valen las voces complacientes de esos magos de las finanzas que sólo
buscan prestigio y rédito fácil para su empresa o para su cuenta bancaria. Tampoco las querellas entre políticos o estadistas de poco pelaje, ávidos de evidenciar más los errores del adversario que la oposición constructiva, con la única finalidad de sacar provecho partidista...
Creemos que ya va siendo hora de que aparezcan las mentes preclaras con ganas de sacar esto adelante pues, realmente, nunca ha funcionado sistema alguno que pudiera lanzarnos con garantías definitivamente hacia el futuro, únicamente lo que se ha hecho es ir poniendo parches en todos los organismos, lo cual ya llega a cansar al estoico contribuyente que ve como llega a duras penas a fin de mes y sus impuestos no satisfacen muchas de las necesidades básicas de la sociedad que le envuelve y, ya ni se revela, está acostumbrado...
El ciudadano de a pie vivimos en crisis permanente, aunque últimamente se nos facilitaban tanto las cosas, que hasta hemos llegado a endeudarnos....
Diario de Burgos 20-03-2009
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